La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico para remodelar la nariz. Muchos pacientes jóvenes llegan a la consulta para conocer el procedimiento. El rango de edad de los pacientes que buscan este procedimiento tiende a ser cada vez menor. Esto es resultado de nuestra sociedad y de la época en que los pacientes comienzan a tomar cuidado en su apariencia personal.

Desde el punto de vista quirúrgico dos consideraciones importantes determinar cuándo una rinoplastia debe ser realizada. La primera consideración es la fisiología, el crecimiento y el desarrollo de la nariz. La segunda es la madurez psicológica del paciente de someterse al procedimiento.

La nariz completa la mayor parte de su crecimiento en general, a los 15 años en mujeres y 17 años de edad en los hombres. Pero operar la nariz a una edad temprana puede afectar el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, no todos los pacientes son iguales, y lo mejor es mirar otras características de la pubertad y la madurez, que se correlacionan con el crecimiento nasal, para estimar si el crecimiento máximo se ha completado.La madurez psicológica es un factor mucho más difícil de evaluar. Todos sabemos que nuestra forma de pensar como un joven de 17 años es muy diferente a nuestro pensamiento a los 30 años de edad. En la mayoría de los lugares el consentimiento puede ser obtenido legalmente en un joven de 16 años. Sin embargo, un cirujano esta éticamente obligado a operarlo una edad mucho mayor. Obviamente que con la autorización de padres o tutores hasta que el paciente haya alcanzado su mayoría de edad.

Lo mejor es tener una historia clínica cuidadosa y asegurarse que el paciente entiende completamente el procedimiento quirúrgico, junto con los riesgos y beneficios. Una consulta con los padres también puede ser muy beneficiosa. La historia debe examinar y descartar el trastorno dismórfico corporal (preocupación anormal con la imagen corporal), la depresión o la esquizofrenia de inicio temprano, o cualquier otra condición psicológica emergente. Si se sospecha de algún elemento en la historia clínica, una referencia rápida a un psiquiatra para una evaluación adicional puede ser beneficiosa, antes de considerar cualquier procedimiento quirúrgico.

En general, el mejor enfoque consiste en evaluar cuidadosamente al paciente y la familia. Ningún cirujano puede dar una edad definitiva acerca de cuándo realizar una rinoplastia en un paciente joven. Realizar un procedimiento a los 18 o 21 o incluso más tarde puede ser la mejor alternativa en muchos casos. El cirujano no lamentara que el paciente no se haya operado. El objetivo de la cirugía es proporcionar un beneficio para el paciente y evitar cualquier adversidad psicológica o física, ocasionada por una determinación rápida por parte del menor.