A poco más de cincuenta años de su muerte, Norman Jeane Baker (Los Angeles, California, Estados Unidos, 1 de junio de 1926 –  5 de agosto de 1962),  icono de glamour, sensualidad y misterio, sigue siendo una cara mundialmente reconocida por su belleza. Fue la sex symbol de una época en la que las cirugías estéticas no estaban de moda. Pero a pesar de su belleza, aparentemente no se sentía del todo contenta con su aspecto.

Los registros médicos salidos a la luz el año pasado, revelan que tuvo dos procedimiento de cirugía estética. La primera operación fue en el mentón, donde el doctor Gurdin le implantó un cartílago para que pareciera más grande en 1950, cuando tenía 24 años, antes de su época dorada. La segunda cirugía, el 7 de junio de 1962 -dos meses antes de su misteriosa muerte-, fue una respuesta a una caída que sufrió la actriz, que derivó en una rinoplastia.

Si bien el aumento de mentón parecería un procedimiento cosmético que ha existido siempre, la forma en la que se realiza hoy, no es la misma que hace unos años atrás. Monroe tuvo su aumento de mentón en una época anterior a los implantes sintéticos  que disponemos hoy en día (ya que los implantes de silastic se empezaron a desarrollar hacia finales de 1960). Por lo que sus registros médicos muestran, tenía un implante de cartílago bovino. Aunque parece ser un enfoque demasiado crudo para un implante facial de acuerdo a los estándares actuales, estos injertos de cartílagos animales no eran infrecuentes en la primera mitad del siglo pasado. Que otra cosa podrían haber utilizado?. Milagrosamente nunca se infecto, aunque se fue reabsorbiendo en los años posteriores de acuerdo a los últimos reportes médicos.

En aquellos tiempos los implantes de mentón eran pequeños, en forma de botón (no como los de hoy en día), y estaban colocados directamente en el tejido celular subcutáneo por delante del hueso para dar un efecto de redondez central en la barbilla, seguramente para corregir un mentón plano menos estético.

«Su belleza es tan natural que nadie pensó que Marilyn Monroe había pasado por el quirófano», añadió Martin Nolan, de la casa Julien.

Los mismos papeles también indican que la actriz, de 1,69 metros de altura y 52 kilos de peso, padeció de neutropenia en 1956, una dolencia que afectó a sus glóbulos blancos, y tuvo un embarazo ectópico (fuera del útero) en 1957.

Los nuevos descubrimientos también dan cuenta de que la estrella no utilizaba su nombre para estas visitas médicas. Los primeros informes están bajo el nombre de Marilyn Miller, nombre de casada de la intérprete durante su matrimonio con el escritor Arthur Miller. En tanto, más tarde se hizo llamar Joan Newman para pasar de incógnito.

Sin embargo, aunque haya pasado medio siglo de su muerte, Marilyn no logró su objetivo de ocultar lo que ella veía como imperfecciones faciales. El material se hace público después de que un médico amigo de Gurdin, a quien el doctor de Monroe le había confiado el expediente, haya decidido sacarlo a la venta de manera anónima.